Se mantiene la ola de violencia en México

Un hijo del capo del cartel de Sinaloa, Joaquín "El chapo" Guzmán, fue asesinado durante un atentado en la ciudad de Culiacán, noroeste de México, donde murieron otras dos personas, confirmó este sábado una fuente oficial.

La noche del jueves un grupo de sicarios atacó con armas pesadas, como lanzagranadas y bazucas, a Édgar Guzmán, hijo de "El chapo", y a otros hombres que le acompañaban, dijo a Efe una fuente de la Fiscalía general.

Durante todo el día de este viernes, cuando se supo de este ataque, en la prensa circuló la versión de que entre los muertos estaban Édgar Guzmán y Arturo Cázares, este último hijo de Blanca Margarita Cázares Salazar, alias "La emperatriz", identificada como financiera del cartel de Sinaloa.

La fuente explicó a Efe que el cadáver de Édgar Guzmán, de 22 años, fue identificado por su pareja sentimental, Frida Muñoz. El cuerpo de Cázares fue identificado por la esposa de este.

El papá
"El Chapo" Guzmán es uno de los capos más buscados por las Policías de México y Estados Unidos y es considerado uno de los barones de la droga más violentos del país.

Este capo fue detenido en 1993 en Guatemala, pero el 19 de enero de 2001 se fugó del penal de Puente Grande de Guadalajara, oeste del país.

En 2005, el entonces subprocurador de Investigación en Delincuencia Organizada de México, José Luis Santiago Vasconcelos, lo definió como "uno de los sujetos más inteligentes" a los que la Fiscalía se ha enfrentado, que no se expone y se esconde siempre "en lo más recóndito de la sierra", donde le protegen grupos de pobladores "que lo tienen como un héroe".

Ola de violencia
La muerte de Édgar Guzmán hace temer a analistas que la ola violenta que vive México tenga un repunte por ajustes de cuentas y creen que este crimen se trata de una fractura dentro de cartel de Sinaloa cuyos líderes pelean el control de plazas que otro grupos están dejando porque han sido fuertemente golpeados, como el cartel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix.

Desde hace tres años los grupos mafiosos libran una guerra sin cuartel que ha dejado desde 2006 unas 6.000 muertes, 1.170 en lo que va de este año de acuerdo con cifras extraoficiales.

Mientras que el Gobierno ha lanzado a las calles de varias ciudades del país, principalmente las fronterizas con Estados Unidos, a miles de solados y agentes federales para contener al crimen organizado.

Jefes policiales asesinados
Esta guerra que ha alcanzado a policías en varios estados del país, llegó la semana pasada a la capital mexicana, donde en acciones distintas fueron asesinados a tiros tres altos jefes policiales, el más reciente este viernes.

El presidente Felipe Calderón, que participó este viernes en un homenaje a los oficiales caídos en estos ataques, convocó a los mexicanos a decir un "Ya basta" a la violencia.

Pero la ola violenta continúa y la madrugada de este sábado fue asesinado a tiros por un grupo de sicarios Juan Antonio Román García, director de la Policía Municipal en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.

Román García, quien había asumido el cargo apenas en octubre pasado, fue agredido cuando viajaba en su automóvil por hombres armados que le dispararon desde autos en marcha.

Esta urbe es sede del cartel de Juárez, uno de los que participan en este guerra entre grupos de narcotraficantes.